¿Que sabes tú de amor?
- Ena Carpintero
- 22 nov 2016
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 31 mar 2023
Hace poco una niña se apodero de mi casa, ella manda todo a su paso, llegó a gobernar mi vida y cambiar radicalmente mis hábitos. Me incita a autocorregirme día a día, me manda y ordena yo intento molestarme pero una sonrisita arqueada me gana, me ennoblece y me vence.
Me reta a diario a trasnochar, a tener más energías, a ser mejor persona y yo me dejo ganar. Es mi mejor mantra cada mañana al despertar, ver esos ojitos profundos, enternecedores me alegra mi existir.
En su camino evolutivo quiero disfrutar de sus avances, la imagino correr romper cosas, deliro con la escena de llevarla a un restaurante, verla disfrutar de un buen plato, correr y dañar todo a su paso; o verle dibujar con crayolas su arte abstracto.
No sé si me querrás igual que yo, pero es lo que menos me preocupa, porque este amor es maduro, unilateral, sin recelos ni odios, tan puro y tierno como ella, no espero nada de vuelta solo su sonrisa congelada para siempre en mi memoria.
Mi mayor reto seria verte sufrir, la que sangraría seré yo. Ojala pudiera ser tu doble para las escenas donde te toque sufrir.
Levito pensando con tu primer día de clases, tú y yo haciendo tareas; o imaginarte leyendo un libro seria el máximo clímax de mi existencia.
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