Egomaníca.

Nunca me ha gustado agregarle un año más a mi vida, no soy tan egomanìca para pretender que mis seres queridos dejen por un momento sus vidas agitadas para recordarme a mí que me hago más vieja, porque un año más es igual a uno menos.

No me gustan las felicitaciones y mucho menos en público, me parece lo más falso, costumbrista y protocolario que existe. Soy más bien proselitista de esos amigos que se alegran de tus logros, que te llaman a darte sus buenas noticias, que te insultan cuando mereces ser sacudido y que siempre tienen la palabra exacta en el momento correcto.

Soy fans de esos amigos que, aunque distante nunca los sientes ausentes.

Hoy a mi epidermis le quiero añadir cicatrices nuevas, a mis ojos futuros distintos, a mis manos, cinturas cómplices y a mi corazón nuevas alegrías.

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